Puerto Arista ya no será el mismo.
Con una sonrisa en el rostro, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar llegó acompañado de su esposa, Sofía Espinoza, y sus hijas, Yazmín, Renata y Grecia, para inaugurar una transformación que se siente y se ve: calles renovadas, espacios turísticos recuperados y una vibra que apunta alto.
Lo que antes era una playa conocida por locales, ahora comienza a brillar como un nuevo destino de nivel nacional e internacional. “A Chiapas no hay que inventarlo. Está hecho y es extraordinario por naturaleza”, soltó Ramírez con orgullo, mientras recorría cada rincón acompañado por niñas, niños, turistas y prestadores de servicios que le agradecían con sonrisas sinceras.
Turismo con propósito
Para el gobernador, esta es solo la primera etapa de una Nueva Era donde el turismo será motor económico. “Ya recuperamos la paz. Ahora toca disfrutar y crecer con orden”, dijo. Su mensaje fue claro: el turismo bien hecho transforma vidas.
La titular de Infraestructura, Anakaren Gómez, lo respaldó: con nuevas obras y seguridad, Chiapas ya compite por ser uno de los destinos más atractivos del país. Y no se queda en palabras: la renovación de Puerto Arista es solo el comienzo.
Todos suman
Desde el alcalde de Tonalá hasta diputadas y representantes federales, todos coincidieron en un punto: este cambio no es solo estético, es un impulso directo a la economía local. Más visitantes, más empleos, más oportunidades.
“Esto es compromiso con la gente. Esta es la forma de gobernar en la Nueva Era”, dijo la diputada Azucena Arreola.
Puerto Arista empieza a brillar, y Chiapas vibra con una nueva energía.