Claudia Sheinbaum va con todo… y Harfuch marca el ritmo: 72 Chapitos detenidos en medio año

El mensaje es claro y viene desde Palacio Nacional: la era de los Chapitos se está acabando. Bajo el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, con Omar García Harfuch al frente de la estrategia de seguridad, la facción más violenta del Cártel de Sinaloa está siendo desmantelada pieza por pieza. Lo que antes parecía imposible, hoy es rutina: arrestos, decomisos y traiciones internas que aceleran la caída del grupo.

Esta semana cayó Moisés Barnabé Barraza Acosta, alias Berna o Chupón, presunto jefe de sicarios de los Chapitos. Fue detenido junto con tres operadores más en Culiacán, epicentro del poder narco. Todos iban armados, pero lejos de la imagen de invencibles que Los Chapitos cultivaron durante años.

Desde que Sheinbaum asumió la presidencia y colocó a Harfuch como su brazo derecho en seguridad, la ofensiva se volvió quirúrgica. Solo en lo que va del año, 72 operadores de Los Chapitos han sido detenidos, frente a 23 de la facción rival, La Mayiza. La estrategia no solo es frontal: es política, calculada y respaldada por Estados Unidos.

Y es que Washington también apretó el paso. Ovidio Guzmán, “El Ratón”, fue extraditado en 2023 y hoy coopera con la justicia estadounidense. Poco después, 17 de sus familiares cruzaron la frontera hacia California. Entre ellos, su madre, Griselda Guadalupe López, vieja operadora del cártel.

Pero el golpe más insólito vino con la traición: Joaquín Guzmán López, otro de los hijos del Chapo, secuestró a El Mayo Zambada y lo entregó a EE.UU. La vieja escuela del narco no había vivido una fractura así. Ahora Zambada negocia con fiscales, mientras sus antiguos aliados se enfrentan en una guerra interna que ha dejado más de 1,300 muertos desde septiembre.

Sheinbaum y Harfuch han cambiado las reglas del juego. La época de los abrazos se acabó. La prioridad es reconstruir la paz, sí, pero también demostrar que el Estado puede doblarle la mano a los capos más peligrosos. La caída de Berna, sumada a la muerte de El Perris y la detención de El Payo, confirma que el plan avanza.

Hoy solo quedan dos Chapitos prófugos: Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán. El primero escapó por un túnel, igual que su padre. Pero hasta los túneles tienen final.