Uruapan, Michoacán – Después de 13 años en el olvido, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales San Antonio vuelve a operar. El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla encabezó la inauguración de esta obra clave que requirió una inversión estatal de 200 millones de pesos y marca un antes y un después en la gestión del agua en Michoacán.
La planta tratará 300 litros por segundo y, junto con la de Santa Bárbara, saneará el 82% del agua residual en Uruapan. Esto se traduce en un beneficio directo para 370 mil personas, además de fortalecer la actividad agrícola con agua tratada para más de 4 mil hectáreas.
El gobernador también anunció que parte del recurso hídrico podría comercializarse de forma responsable para financiar nuevas obras de infraestructura en todo el estado.
A la inauguración asistieron autoridades estatales y locales, como la coordinadora de la CEAC, Olivia Cázares Arreola; el director de Conagua en Michoacán, Luis Roberto Arias Reyes; y el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, además de representantes del sector productivo y legisladores.
Michoacán avanza hacia un modelo hídrico moderno, eficiente y sostenible, donde el agua ya no es un problema, sino parte de la solución.